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jueves, 22 de septiembre de 2011

Rito


¿Y la mujer?
La mujer lava su corazón.
Se lo han arrancado
y se lo han quemado 
y como último acto
lo enjuaga en el río.

Anne Sexton

Se asimila, a veces, la vida
como una trágica rutina
con un final escrito y esperado
con la paciencia ciega de quien no piensa en la muerte.
Pero yo que soy un huracán desesperado
te pienso cual lascivo asesino
que arranca un corazón y lo tiende en su mano,
y observa el sangrante palpitar,
y se excita con la sola idea
de ser el sol a quien se le ofrece el sacrificio.
Se asimila el día y su claridad transparente,
se sufre la tarde como una pequeña agonía
pero la noche es el párpado sagrado
que antes de cerrarse
copula con pupila
y observa los días
en que estuviste a mi lado.
Nadie te ofreció mi corazón,
nadie dijo que yo fuera la virgen ofrecida a los altares,
deja entonces de afilar la piedra.
Asimila que no escucharás más
el órgano en el lado izquierdo de mi pecho.








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